TORNEO FEDERAL - TRIUNFO DE SAN LORENZO
Buen comienzo de San Lorenzo que acertó de afuera como única alternativa válida para ganar el partido. San Martín tuvo serias dificultades para tomar los rebotes defensivos. Esto hizo que la visita tomara segundas y terceras opciones de tiro que lo favorecieron para ganar el parcial 18-16. Fernando Rivera (2), Sebastián Farías y Héctor Martirena fueron los exponentes que metieron 12 goles de afuera.
A San Martín lo salvó Pablo Martínez, con 13 de los 16 goles del cuarto.
Hacia el segundo cuarto San Martín tuvo mucho errores desde la línea de tiros libres que hicieron que todo le costara el doble. Remó el partido de atrás porque San Lorenzo hasta casi el cierre se las fue ingeniando para mantenerse arriba en el marcador. Héctor Martirena, Fernando Rivera y Sebastián Farías siguieron siendo los actores que le respondieron con acierto cada vez que tuvieron que intervenir y fueron un problema constante, sumado a un triple de Alejo Barrales que terminó por descolocar a la defensa del dueño de casa.
Pablo Martínez primero y luego la dupla Maximiliano Asán-Maximiliano Tabieres tuvieron que salir a la palestra para forzar el juego ofensivo y recién en los instantes finales de la primera mitad llegó la igualdad en 37 que dejó las cosas como al principio.
El tercer cuarto comenzó con un entusiasta San Martín que por primera vez pudo correr y definir con Maximiliano Asán a la cabeza.
San Lorenzo, muy errático, hizo descansar el juego en Javier Corniglia pero cuando logró hacer entrar en juego al "Cholo" Martirena acomodó el tablero en escasos dos minutos logró un cierre brillante en manos de Juan Pablo Wall pasando a ganar 55-52.
Los diez minutos finales fueron dramáticos para San Martín. No sacó ni aproximación a la canasta. San Lorenzo, sin mucho más, fue despacito haciendo su trabajo. Un viejo zorro conocedor de la cancha entró en su plenitud cuando le pelota a todos sus compañeros le pesaba diez kilos. Ese fue Javier Corniglia (1 triple, 2 dobles, 1 simple) quien inclinó la balanza en favor de su equipo sacanco una diferencia considerable que para el celeste fue indescontable: primero porque no la estaba metiendo y segundo porque había perdido el control del juego.